Maniobras de rescate bomberiles

Para trasladar a los heridos, los bomberos y equipos de rescate en el mundo utilizan una serie de maniobras que cualquier civil puede emplear. Lo importante es que las personas conozcan el procedimiento adecuado de traslado y no inflijan más daño. Universalmente algunas de las maniobras son:

Maniobra Rautek

Esta maniobra de rescate se emplea para retirar a una persona que haya sufrido un accidente en un vehículo. Lo esencial es proteger la columna vertebral mientras se traslada. El primer paso, es verificar que la persona que sufrió el accidente no tenga los pies enganchados al vehículo, de ser así se deben liberar.
El socorrista debe acercarse por un lado y sujetar a la persona herida por la parte inferior de las axilas. Posteriormente, sujeta el brazo de la víctima por la muñeca con una mano y con la otra toma el mentón. Luego, el socorrista sujeta a la víctima contra su pecho.

De forma lenta se extrae a la persona herida del vehículo, manteniendo la presión en la cabeza, el cuello y el tronco de manera tal que no se muevan. Una vez fuera del auto, se coloca sobre el suelo o una camilla. A diferencia de las maniobras con cuerdas, esta permite mayor movimiento al rescatista.

Traslado en brazos

El traslado en brazos se emplea en casos de víctimas con lesiones leves. Solo se emplea por un rescatista para trasladar a un solo accidentado. El procedimiento es sencillo: se debe sostener a la víctima simultáneamente por la parte inferior de las rodillas y la espalda mientras se carga. Es importante que se tome en cuenta el peso de la persona herida, en caso que el rescatista no pueda con él, se debe aplicar otra maniobra de traslado para no poner en riesgo la estabilidad de ambos.

Traslado sobre la espalda (a cuestas)

El traslado sobre la espalda asemeja al traslado de sacos. El socorrista se coloca a la víctima sobre la espalda, soportando así el peso del herido sobre el tronco. Este método se aplica en caso de lesiones leves y que el herido se encuentre consciente debido a que se requiere colaboración de la víctima para agarrarse al socorrista.

Por Nestor Chayelle