¿Como actúan los bomberos ante rescates en elevadores?

Departamentos de bomberos ubicados en ciudades de mediano y gran tamaño, especialmente aquellos que cuentan con parques empresariales de buen tamaño y edificios comerciales, reciben gran cantidad de llamadas para rescatar a víctimas de situaciones que envuelven el uso de ascensores. Estos incidentes pueden ir desde emergencias médicas hasta pasajeros atrapados en el elevador, extracciones y las que presentan heridas punzo penetrantes o por aplastamiento, entre muchos otros casos.

Rescates en situaciones de poco peligro o no emergencia, como personas atrapadas en el carro del ascensor debido a falla del equipo, de la electricidad o error humano, son las más comunes; estas suelen resolverse deteniendo la fuente de poder principal, apagando el sistema mecánico y determinando una forma segura de evacuación del vehículo por parte de un oficial experimentado, para asegurar que las personas atascadas en el reducido espacio salgan con bien del predicamento.

Personal calificado en esta área suelen ser los asignados a estas labores, dado los elementos de peligrosidad y la experticia que se requiere para darle buen fin a este trabajo: los elementos de menos experiencia deben refrenarse de actuar en este tipo de situaciones a menos que no haya otra opción, y todos oficiales deberían tener un conocimiento mínimo de cómo actuar en escenarios tan delicados como estos, ya que no todos los sistemas son iguales si se encaran de la misma manera.

Los ascensores y las escaleras eléctricas son responsables de más de 30 muertes por año, además de 18.000 heridas causadas por fuegos, aplastamientos y heridas de perforación, pérdida de miembros, ataques de pánico, caídas por el ducto e incluso decapitación. Por lo tanto, es necesario informarse de todos los detalles pertinentes antes de emprender un salvamento y asegurarse de mantener la calma entre los afectados.

Herramientas hidráulicas o mecánicas como gatos, tenazas o trácteles, pueden ser usados tanto para ubicar la cabina en el lugar necesario, como para proceder a abrir las puertas inoperantes, trabadas o descuadradas, que requieran del uso de fuerza para su accionar. En caso de incendios u otros desastres naturales como terremotos o inundaciones, medidas especiales deberán ser tomadas sin poner el peligro la vida del rescatista.